sábado, 21 de julio de 2012

RESPUESTA DE MIGUEL ANGEL YUNES A ENRIQUE AMPUDIA




New York, N.Y. a 20 de julio del 2012

 Sr. Alfonso Salces Fernández

Director del Periódico Notiver

P r e s e n t e

 
Estimado Alfonso: hace dos días que se habla de mi en algunos medios.
Quise esperar  a que pasara la avalancha para dar mi versión.

Atentamente te solicito le des espacio en Notiver.

 Va, en los siguientes términos:

 La carta de Enrique Ampudia que publica Notiver el dia de ayer  no me sorprendió, por el contrario, me sirvió para confirmar el nivel de descomposición que viven él, y el gobierno al que sirve. Su torpe y penoso comunicado merece los siguientes comentarios:
1.- Yo nunca llamé, ni el miércoles pasado ni antes a Enrique Ampudia.
Como lo comenté en la conversación grabada y profusamente difundida,  hace varios días que estoy fuera del país. Supe de su nombramiento cuando él me marcó.
Al escuchar lo grabado y leer su transcripción,  queda más que claro que quien me llamó el día que tomó posesión como Subsecretario de Gobierno fue él,  para decirme entre otras cosas lo siguiente: “soy el primer sorprendido” por mi (su) nombramiento; decir también que: “cuando me entere lo sabrè explicar mejor”; y que: “siempre estoy a sus órdenes Licenciado, eh, en lo que pueda servir, muy pendiente”.
Por cierto, sigo sin entender porqué tiene que explicarme a mi las razones de su nombramiento; ese es asunto de él y de quien lo nombró.
Igualmente dijo: “pronto lo busco ahí”, pidiéndome lo recibiera en mi casa de Boca del Río.
La conversación fue exactamente como la reproduce Notiver;  de su lectura no encuentro nada negativo, ni de lo dicho por él, ni de lo dicho por mí; nada que pueda preocupar o apenar; es la conversación de dos personas que tienen (tenían) una buena relación. 
No sé por qué su publicación provocó tanta molestia y nerviosismo.
Yo lo que digo en privado siempre lo puedo repetir en público; por eso no me preocupa si me graban o no.
Si él dijo algo que incomodó a su jefe, que le de las explicaciones que considere necesarias, bien a Buganza o a Duarte, no se de quien dependa, pero no tiene porque agredirme.
2.- Enrique Ampudia no me había llamado desde que dejé de darle trabajo.
Los últimos que le di fueron el de Secretario General de ISSSTE y después lo incorporé como parte del equipo de coordinación de mi campaña como candidato del PAN a Gobernador del Estado en 2010, elección en la que participó como candidato del PRI su hoy jefe Javier Duarte.
Antes lo había designado Director General de Gobernación, cuando fui Secretario General de Gobierno; también lo nombrè Director General en la Secretaría de Seguridad Pública Federal, cuando me desempeñé como Subsecretario en  el gobierno del Presidente Vicente Fox, y varias tareas más en las que sirvió bajo mi mando.
3.- Ampudia es amigo y “enemigo” de sus conveniencias.
El miércoles pasado por teléfono me juraba amistad y respeto; hoy en la carta publicada me pide lo incluya en mi “ya larga lista de adversarios”.
No lo incluiré, por una sola razón: ¡porque es un adversario muy pequeño!.
Uno se dimensiona en buena medida por el tamaño de sus adversarios; Ampudia no es de mi estatura; para empezar  yo soy un hombre libre,  por el contrario él  es –como lo ha sido toda su vida- un empleado; solamente obedece órdenes.
Hay algo en su carta que llama la atención y pudiera preocupar -no a mí, que me tiene sin cuidado- pero si a los veracruzanos que estarán sujetos a su tarea de gobierno.
Dice este empleado de Duarte en su carta refiriéndose a mi persona que: “políticamente” le parezco “un hombre peligroso”.
En la democracia hay hombres libres, unos en el gobierno, otros en la oposición, algunos simplemente en la sociedad civil.
En la democracia los únicos hombres “peligrosos” son los delincuentes, a los que, lo que procede, es aplicarles la Ley. La calificación de “hombre políticamente peligroso” es propia de las dictaduras, como también la de “periodista peligroso”, que se ha puesto de moda en el sexenio duartista.
Yo escuché alguna ocasión a Duarte decir que admiraba la figura del dictador español Francisco Franco y me preocupó, ya sea porque el  Gobernador ignorara la historia de España durante esa época o –peor aun- porque conociéndola, admirara a ese individuo sanguinario, enemigo de la democracia y del avance científico, que aplastó al pueblo español durante décadas y que ha sido ya condenado por la humanidad.
Pero su empleado Ampudia está peor; su expresión “político peligroso” va más allá de la visión franquista.
¡Sólo  Joseph (Losif) Stalin y Ampudia se han atrevido a calificar a un  político como “peligroso”¡
¿Cuál será la Siberia veracruzana para quienes somos “ políticos peligrosos”?
¿Acaso la cima del Pico de Orizaba?
Veo que les doy miedo.
Es probable que tengan razón.
Si -es verdad- soy “peligroso”, porque hablo con la verdad, y eso no puede admitirse en un Veracruz que por lo visto pretende gobernarse con una mezcla de franquismo-estalinismo.
No les temo en lo mas mínimo.
4.- Duarte se equivoca rotundamente gastando el dinero de los veracruzanos en grabadoras y grabadores.
Tiene que dedicarse a trabajar en beneficio de los veracruzanos.
Está por concluir  el primer  tercio de su sexenio y no ha hecho nada.

 Comunicación Social Lic. Miguel Angel Yunes Linares.

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