ARTICULISTA
INVITADO
Héctor Yunes Landa
SOBRE LAS MUJERES
Uno
de los temas prioritarios que debe fortalecerse en el trabajo del Congreso de
la Unión es el de las mujeres. El pasado 15 de febrero se celebró el Día de la
mujer mexicana y nuevamente fue puesta sobre la mesa de discusión la problemática
que afecta a las mujeres en nuestro país.
En
México, muchas mujeres se ven afectadas por la falta de oportunidades de empleo
y por la desigualdad de ingresos respecto al salario que reciben sus compañeros
varones, así como por la discriminación de la que son víctimas, por ejemplo,
cuando buscan trabajo en estado de embarazo.
Las
mujeres también tienen que afrontar los embates de la violencia doméstica,
llegando con frecuencia al feminicidio, y el acoso sexual en el trabajo; la
realidad es que en nuestro país aún no existen las leyes y las sanciones
adecuadas y eficaces para combatir de frente este serio problema.
Por
otra parte, la mortandad femenina causada por las enfermedades crónicas como
diabetes e hipertensión, el cáncer cérvico uterino y de mama, así como el
elevado índice de mortalidad materno infantil, son problemas que deben ser
atendidos y abatidos cuanto antes.
Tanto
en nuestro estado como en nuestro país, urge desarrollar políticas eficaces de
apoyo e impulso a las mujeres, que les permitan acceder a todas las
oportunidades de desarrollo y alcanzar una mejor y más justa calidad de vida.
Es
difícil abordar en un artículo toda la problemática que afecta a las mujeres, lo
que haremos en los tiempos idóneos y en
los espacios adecuados para abundar en este tema. Por ahora, es muy relevante
dejar clara constancia de las justas demandas de las mujeres en el marco del
“Día de la Mujer Mexicana”, así como de la necesidad de que estas sean atendidas
prioritaria y oportunamente.
Por
todo ello, es necesario avanzar hacia un México en el que hombres y mujeres
tengan las mismas oportunidades. Los servidores públicos deben trabajar
incansablemente porque así sea, impulsando políticas de equidad de género,
combatiendo a los enemigos del desarrollo de las mujeres, y fomentando su
crecimiento y desarrollo pleno.
Debemos
pensar en nuestras hijas, nuestras esposas, nuestras hermanas, nuestras madres,
nuestras abuelas. Ellas son elementos fundamentales de las familias, factores
de unión y armonía, mujeres trabajadoras, nobles y muy fuertes que tienen todo
para triunfar en la vida, pero que hoy más que nunca, necesitan de su gobierno
y de su sociedad para lograrlo.
La
mujer representa el núcleo emocional y afectivo de nuestras familias, en
consecuencia es el eje de la comunidad y representa la genuina posibilidad de
incidir en la formación de valores para que podamos avanzar en una auténtica
evolución de nuestra sociedad.
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