Articulista Invitado Hectore Yunes Landa
La
educación debe ser nuestra fortaleza para el futuro.
Al
hacer la revisión sobre las condiciones de la educación en México para trabajar
los aspectos de nuestra propuesta legislativa en materia educativa, nos topamos
con cifras realmente alarmantes que nos deben poner en la mayor de las alertas a
todos los ciudadanos de este país, sobre todo ahora que tenemos frente a
nosotros la elección federal 2012, que ofrecerá la mejor oportunidad a los
mexicanos para poder cambiar la triste realidad del grave rezago educativo que
padece nuestro país.
Son
diversas las fuentes informativas e indicadores que señalan este atraso que
debemos encarar porque está de por medio el futuro de la nación mexicana; es
inaplazable cambiar el rumbo, porque nuestra sociedad no puede seguir
hundiéndose frente al crecimiento educativo de muchos países con los que tenemos
que competir en el mundo globalizado.
En
el año 2010, después de una década de evaluaciones de la calidad de la
educación, México siguió ocupando el último lugar de desempeño entre los países
de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El
país se encuentra casi 100 puntos por debajo de naciones como Corea del Sur,
Finlandia, Canadá, Japón y Suiza. Al tomar como base los resultados del Programa
para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en
inglés), México ocupó el lugar 48 de entre 65 naciones, 33 de las cuales
pertenecen a la OCDE, en las áreas de lectura, matemáticas y
ciencias.
En
la medición 2010 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social
(CONEVAL), 23.2 millones de personas que corresponden al 20.6% de la
población mexicana se encontraron en rezago educativo. ¿Cuál es el
impacto de esta condición? En principio tenemos que cuatro de cada
10 personas mayores de 15 años están en situación de rezago educativo; esto
tiene varias significados, por ejemplo, que no concluyeron sus estudios de
educación básica, que son analfabetas o que no terminaron la primaria o la
secundaria; esa situación los hace enfrentarse en condiciones muy desventajosas
en el mercado laboral, lo cual evidentemente se refleja en una baja percepción
salarial.
Pero
además trae aparejadas otros rezagos sociales pues también carecen de los
conocimientos indispensables para procurarse formas de vida saludables como
elegir alimentos al comprarlos, lavarse las manos, los dientes o hervir el
agua.
Una
situación sumamente grave que está abonando a la violencia e inseguridad que
vivimos, es que quienes no tienen las condiciones mínimas de desarrollo social,
encuentran una desafortunada alternativa en las redes delincuenciales del crimen
organizado que está lacerando el tejido social del país.
Esta
problemática debe ser atendida cuanto antes si queremos que este país progrese
verdaderamente. Es muy injusto que nuestros niños y nuestros jóvenes no cuenten
con las condiciones aptas para educarse y alcanzar un mejor futuro.
Más
allá de cualquier visión partidista, es indiscutible que los gobiernos del PAN
han abandonado la educación de México y muchas otras cosas imprescindibles por
privilegiar una guerra sin estrategia en contra de la delincuencia y el
narcotráfico, y no se da cuenta de que el principio de la solución a ese y
muchos otros problemas está en la educación y en la promoción de la cultura.
La
educación es la llave del desarrollo y la puerta hacia un futuro mejor para
todos los mexicanos. Tengo muy claro esta posición, por eso ahora en mi búsqueda
por el apoyo ciudadano rumbo a la Cámara Alta, destaca mi compromiso de impulsar
con toda determinación la Reforma Educativa que tanto le urge a la nación.
Me
propongo trabajar con las diferentes variables que han provocado el rezago
educativo, porque éste es un problema con muchas aristas que debe ser
considerado como tal para poder transformar la realidad, porque la base
fundamental de cualquier proyecto de desarrollo es sin duda contar con un buen
sistema educativo. Gestionaré más recursos para que haya más escuelas, pero
sobre todo, para que estén mejor equipadas; porque de nada sirve que estén las
aulas si no tenemos todo el equipo y lo demás que se necesita.
Algo
fundamental a tomar en cuenta es a los maestros, pues no es posible imaginar una
auténtica Reforma Educativa sin la decidida participación del magisterio. En mi
experiencia en el sector público he tenido oportunidad de conocer a infinidad de
maestros, conozco sus preocupaciones por incrementar los niveles educativos,
pero también sé que ellos por sí solos no lo pueden hacer, existen
insuficiencias institucionales estructurales que se deben trabajar en todos los
sentidos. Por supuesto que con la participación de todos sí es posible hacer
realidad la esperanza de una gran transformación de nuestro sistema educativo,
desde luego contando, como siempre, con el compromiso histórico de nuestros
maestros, de eso estamos plenamente seguros.
México
Necesita un Nuevo Rumbo en la Educación, por eso propongo una lucha por el
rescate de este sector desde el Congreso y respaldando al Ejecutivo, planteando
trabajar integralmente al lado de nuestros maestros y los padres de familia. Así
lograremos una verdadera educación de calidad, que sea la base de un gran
porvenir para nuestros hijos, para Veracruz y para la nación.
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