lunes, 12 de noviembre de 2012


Debemos regresar a hacer música
para bailar: Greg Hutchinson

-Realmente no importa que tan bueno técnicamente soy en mi instrumento, lo importante es hacer feliz a la gente a través de la música, aseguró el baterista estadounidense durante su clase maestra en el Festival Internacional JazzUV
-Estudiar y tocar estándares de jazz, la mejor manera de desarrollarse como músico: Doug Weiss

Juan Carlos Plata

Lo más importante a la hora de hacer música no es qué tan bueno técnicamente seas, sino que contribuyas a que la gente sea feliz, por eso los jazzistas debemos regresar a hacer música para bailar, como los grandes maestros, aseguró el baterista estadounidense Greg Hutchinson en la clase maestra que impartió en el Festival Internacional JazzUV, que organiza la Universidad Veracruzana (UV).
         “Uno puede tocar la música más complicada del mundo y resolverla con una técnica impecable, pero si volteas a la audiencia, sólo los que son músicos están emocionados y la gente en general está diciendo ‘¿Qué diablos es esto?’. La misión delos músicos es hacer que la gente esté feliz, hemos perdido un poco de eso”, sostuvo.
         El baterista nacido en Brooklyn, Nueva York, dijo que si un músico no ve sonrisas en las caras de su público, debe pensar seriamente en hacer las cosas diferentes, porque entonces la naturaleza de la música no se está cumpliendo.
         Al hablar de cuestiones técnicas –ante un auditorio conformado mayoritariamente por estudiantes de jazz y música-, Hutchinson afirmó los músicos se pasan casi todo el tiempo estudiando y tocando solos, pero resaltó la importancia de estudiar y practicar con otros músicos de otros instrumentos para así poder integrarse a un discurso musical y al mismo tiempo disfrutar el hacer música.
         “Ensayar con metrónomo es bueno técnicamente, pero lo cierto yo no conozco a nadie que pueda tocar una pieza de manera técnicamente  perfecta, no somos máquinas, en el peor de los casos yo recomiendo ensayas y practicar escuchando la música, no leyendo y con un metrónomo”, explicó.
         Dijo que cuando a él le proponen colaborar con algún artista y le mandan las partituras y la grabación, lee la música una sola vez y después trabaja escuchando, porque la música así debe ser entendida y transmitida, por el oído.
         A los jóvenes bateristas, Hutchinson les dijo que tocar con mucha fuerza no es sinónimo de tocar bien, sino que se trata de sacarle al instrumento el mejor sonido posible, y eso se logra con técnica y no con fuerza.
         “A la batería yo la considero mi novia, no sería capaz de golpear a mi novia. Cuando los varones se vuelven viejos entienden que mientras más contenta esté tu mujer, más feliz serás, lo mismo pasa con la batería”, dijo.
         Por su parte, el bajista estadounidense Doug Weiss –quien también impartió una clase maestra- aseguró que tocar los estándares –canciones muy conocidas- de jazz es una excelente manera de desarrollarse en el género.
         “Una misma canción puede ser tocada de muchas maneras diferentes, y así ha pasado durante la historia del jazz, y uno puede empezar transcribiendo estas diferentes versiones de los clásicos tocados por diferentes artistas e intentar ser ellos por un rato y tocar, hasta que uno sea capaz de hacer una versión propia”, sostuvo.

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