Entre lo utópico y lo verdadero

Por Claudia Guerrero Martínez

IEV: ¿Cueva de ladrones?

La gente olvida qué tan rápido hiciste un trabajo,

pero recuerda qué tan bien lo hiciste.

Howard W.Newton. Compositor Estadounidense.

Los tiempos en Veracruz no están para gastar y después de que Javier Duarte de Ochoa pidiera un nuevo “acceso” (préstamo) a Banobras  por un mil  254 millones de pesos, esto dio pie a que otros delincuentes protegidos por ser funcionarios estatales, ahora electorales, pidan exorbitantes recursos para la organización de las próximas elecciones locales del 2013. Se gastarán  204 millones 20 mil 774 pesos más que en la elección pasada, la misma y además, fue  para Gobernador. En ésta próxima, recordemos,  sólo serán Presidentes Municipales y Diputados Locales…

La Presidenta Consejera del Instituto Electoral Veracruzano, Carolina Viveros Hernández, la “Reina de los Tamales Electorales”, quiere más y más, en cada elección local… No hay vergüenza, ni tampoco le interesa el qué dirán. Argumenta la petición del aumento para servicios personales, materiales y suministros; subsidios, transferencias, bienes muebles, inmuebles e intangibles, entre otros rubros… Todos, con cifras infladas  de forma alarmante…

El negocio de Doña Carolina son las elecciones. El antes, durante y después de la elección local se vende al mejor postor. Y mientras, ni edificio propio cuenta el IEV, pagando enormes rentas a la conocida Familia Fernández…

Y más, cuando grandes sumas perciben los consejeros electorales, fieles y obedientes a las órdenes de Doña Carolina Viveros…Todo, ser pagado con dinero de los veracruzanos. Costosas elecciones, inteligentes lectores. Y peor,  al final del día, en el cual, cada veracruzano votó por el candidato de su preferencia, durante la noche de la elección, hay movimiento en el IEV, como sucedió en el 2010, donde se hacen cambios de votos, alteran el conteo de ellos, cambio de boletas en paquetes sellados y un sinfín de artimañas, para así, evitar a toda costa, que el PRI pierda mayoría en el Congreso y Alcaldías…

Y soy reiterativa: Todo este circo electoral cuesta mucho a los veracruzanos y es tan  sólo un simple protocolo para demostrar disfrazada democracia… Vemos insistentes anomalías en las listas nominales,  muertos que resucitan para votar, juarochos o personas  viviendo en otros estados y son traídos a Veracruz en autobuses rentados para emitir su voto. Y el día de la elección, la realización de los conocidos “operativos carrusel”: Compra de votos de forma desvergonzada y las constantes amenazas ya cotidianas… Hasta la cooperación de las fuerzas policiacas para el traslado de gente para votar a favor del PRI es evidente, además de no intervenir la Policía en conatos de violencia por intentos de robos de urnas o boletas electorales…

Y ahora, Carolina “Tamales” Viveros quiere más. Quizá para redecorar su casa allá, por el Lienzo del Charro. O quizá, para otra camioneta nueva… Sus consejeros electorales también piden que “salpique”, de lo contrario, habrá ruedas de prensa, boicots en las sesiones y hasta sacan sus escritorios al patio central, como presión mediática…

No olvidemos los representantes de Partidos Políticos, quienes quieren también su parte… Ellos cuestionan, critican y hasta advierten a Doña Caro de estar vigilantes de una elección limpia y transparente… Al final, al ver el cochinero, el día de la elección, hacen  silencio, cual cómplices de los peores fraudes en la historia electoral de Veracruz… Lamentablemente, todos entran a la misma porquería…

Y los ciudadanos, los que quieren un mejor estado,  mejores diputados y Alcaldes, se limitan a la “designación” del que  convenga a los intereses de poderosos funcionarios… El panorama es desolador, es lamentable decirlo…

Con voz pausada, Carolina oculta su verdadera imagen. Hábil, maquiavélica y sin censura en su apetito económico, la Presidenta Consejera presionará para ser aprobada su petición de aumento al presupuesto, pues ella cree tener el sartén por el mango y decidir quién gana y quién no en la próxima elección local… Peor, cuando Javier Duarte de Ochoa sufre por no tener idea de cómo organizar campañas ganadoras… Como muestra un botón, la derrota de Enrique Peña Nieto en Veracruz…

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