lunes, 3 de septiembre de 2012





AIDÓS Q DÍKE *

Por: Ángeles Trigos

LA MUJER, LA FAMILIA: POBREZA, SALUD Y EDUCACIÓN

Las mujeres no la han tenido fácil y como puede verse falta mucho para que dentro de la sociedad actual logren mejorar sus condiciones de vida. El fantasma de la recesión e hiperinflación recorre la Unión Europea, todos los graves problemas que actualmente están sumergiendo a los países desarrollados repercutirán magnificados en todo el mundo. Los mercados se contraerán y los pobres sufrirán aún más, pero lo grave es que el grupo mayoritario en el cual se encuentran los hogares donde el jefe de familia es una mujer va en aumento, con el consabido problema de menor ingresos, menor acceso a educación, salud y agravándose todos los problemas que trae la pobreza.

Sobre muchas mujeres recae el compromiso de mantener y educar a los hijos; y si esta se encuentra en condiciones de desnutrición la gestación y el periodo de lactancia conllevará a un círculo de condiciones desfavorables para el futuro de sus hijos, y si a esto se le une poca o nula instrucción educativa el apoyo a los hijos resultará más complicado, que si bien no imposible.

¿Por qué las mujeres siguen en este círculo de menores condiciones?

Ese es un problema ancestral, podríamos decir sin nos apegamos al folklore  judío, de origen mesopotámico de la figura legendaria de Lilit, la primera esposa de Adán, anterior a Eva, la cual abandonó a Adán cuando este trató de obligarla a obedecer, “Lilit, encolerizada, pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó por los aires y lo abandonó”.Adán pidió a Dios otra mujer que no fuera independiente y si obediente; Dios le concedió la mansa Eva y ahí perdimos todas.

En el mundo fuera del “folklore” los salarios de las mujeres en las mismas condiciones o en algunos casos con superior preparación o dedicación laboral son siempre inferiores en un 40 % que el hombre. Sin entrar a posturas feministas o “guerra sexista” es un hecho, las desventajas económicas y sociales en las que se encuentran las mujeres ya sea por condiciones religiosas, económicas o educacionales es un grave problema; continuar con políticas públicas mas agresivas y eficaces para fortalecer esos hogares es materia urgente en lo cual todos ganaremos como sociedad.

Actualmente las campañas americanas luchan por posicionarse en el favor de las mujeres para ganar votos, y principalmente de las hispanas que son dentro de las minorías, la mayoría más representativa. Y claro, todas las propuestas de apoyo y promesas electorales son rápidamente olvidadas en cuanto emiten su voto y el círculo en el que se encuentran nuevamente iniciará, hasta las siguientes elecciones.  ¿Donde, donde más pasa eso?

No todas las mujeres son “Angela Merkel”, existen muchas que sobresalen, pero no representan al colectivo; podría darse el caso que las condiciones cambiarán un poco. Sin embargo en nuestro país, es el grupo que más años vive; más atención requieren del sector salud durante su vida fértil y los problemas derivados de la diabetes impactan en ellas y sus hijos. El abocar programas de políticas públicas para garantizar salud y educación a estos hogares, representa el hacer un cambio real en las condiciones de vida de una extensa población compuesta de no solo mujeres, sino de hijos y padres ancianos. Claro que lo ideal sería que no solo las mujeres obtuvieran el reconocimiento y apoyo, sino que cualquier ciudadano de este país pudiera acceder a las condiciones de vida elementales de satisfactores como son el recibir un salario justo y cobertura sanitaria automática de calidad, pero como no es “día de Reyes” seguiremos igual. Sin embargo, no solo es problema de políticas públicas cuando se enfrenta el colectivo a hechos intransigentes y sorprendentes como lo que sucede en Nueva Jerusalén donde el cierre de escuelas y el repudio de un grupo de lideres religiosos radicales de la comunidad, decide por la vida de todos esgrimiendo sus propios valores muy por encima del marco constitucional, es grave. Secta religiosa que no acepta niños de otras comunidades en sus escuelas “porque estos tienen otras costumbres y no visten igual o no respetan los usos y costumbres del pueblo”; es motivo de reflexión. Y si a esto se le agrega, que son ellos quienes pretenden decidir sobre que maestros aceptar por que algunos “meten ideas muy rebeldes, que incitan a los chamacos a hacer cosas que no están permitidas aquí en el pueblo”; la igualdad, la libertad y el derecho a una educación se ve seriamente comprometida.

¿Control, manipulación, fanatismo, segregación?

El respeto de los usos y costumbre de los pueblos protege las raíces culturales de nuestro mestizaje, pero la segregación fanática y el aislamiento deliberado con fundamentos religiosos, es el camino más seguro al control de unos pocos sobre el colectivo, lo que siempre conlleva a sociedades con enfrenamientos que derivan en serios problemas por resolver.


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