lunes, 8 de octubre de 2012


LA CRISIS DE LOS POLÍTICOS EN CÓRDOBA

Fernando M. Cruz

A lo largo y ancho del territorio veracruzano no ha habido ciudad que haya dado más políticos de renombre que Córdoba.[1] Ejemplos existen de sobra. Desde puestos en el Gabinete Federal hasta el mismo Gobernador en turno. PAN y PRI en Córdoba fueron  cuna de varios políticos que se encuentran en las esferas más altas del poder. Inclusive las izquierdas locales han aportado. Sin embargo, aún con tantos políticos de nivel, ha ido creciendo un profundo malestar social que esta derivando en una crisis de confianza en el sistema político local. La confianza de los cordobeses en los partidos políticos nunca ha estado tan débil como ahora.
Michel Foucault, gran teórico social, decía que los hechos sociales se pueden analizar desde las dinámicas e influencias que tiene el poder. En la teoría electoral se traduce en el siguiente enunciado: “Las elecciones se ganan o se pierden, desde el  poder”. En una ciudad como Córdoba, este enunciado cobra vida.
Meses antes de la elección pasada para elegir diputados federales  el Gobernador Javier Duarte –Cordobés– viene a despechar a Córdoba con la intención de sumar presencia –desde el poder, como dice Foucault– al Candidato  de su partido, Francisco Cessa.  Realiza giras de trabajo por la zona rural, algo inédito en un gobernador, que trataba con gran esfuerzo de revivir una candidatura que había nacido muerta. Realiza promesas no sólo él sino todo su equipo de trabajo. Aún con las advertencias de sus asesores el Gobernador lucha por recuperar su casa, Córdoba.
Los resultados fueron aplastantes, hasta el punto de la humillación. La derrota del partido del Gobernador, no sólo fue una clara muestra de la desconfianza en el sistema político y la poca presencia que tiene en su propia tierra, sino una lección de lo que puede realizar el gran malestar social. Si como dice Foucault las elecciones se ganan o se pierden desde el poder. El Gobernador perdió jugando de local y prácticamente sin rival.  
Hoy el Ejecutivo Estatal quiere hacer lo mismo en las próximas elecciones locales con un candidato lento, sin brillo, con poco carisma y con un pasado de derrota e incapacidad política.  Su Secretario, Juan Manuel del Castillo, encarna al mismo proceso que llevó a la derrota al partido en el poder. La misma gente, los mismos seguidores, los mismos ayudantes, y sospechosamente hasta las mismas propagandas.
El PAN no está lejos de esta realidad. Su ambición de poder los ha llevado a envilecerse hasta la ignominia. Políticos corruptos que amenazan gente con quitar los programas sociales federales, funcionarios fraudulentos, desvío de apoyos estatales, abuso de poder, intimidación, etc. Sus candidatos, cartuchos ya quemados en una guerra que ganó la apatía y la falta de resultados para Córdoba. Ellos, poco conocidos. Unos muy pasados de moda y otros pasados de ego. Uno,  posible candidato, dejó a su paso por el sistema agrario complicidad en la venta más grande de territorio mexicano a capital extranjero dejando a pueblos indígenas pobres aún más pobres, pero ahora sin tierra que trabajar. Y otro con un doble discurso de pseudo-renovación política con la sombra de graves complicidades a los gobiernos que tanto critica.
No todo es malo. Tanto en el PRI como en el PAN, hay liderazgos  que no son tomados en cuenta y que sin embargo pueden aportar frescura, credibilidad y gran dinamismo a partidos con poca confianza.
Las izquierdas, sobreviven entre la ilusión de sus seguidores y el doble discurso de muchos sus líderes. Su discurso, una copia simple de las ideas nacionales que distan mucho de una oposición real, efectiva, y motivadora que se adecue a las injusticias locales, que se viven todos los días, o mejor dicho, que se sufren todos los días.  
Los políticos –de todos los partidos– en Córdoba tienen un gran reto. Recuperar su dignidad y la confianza de ciudadanía. El reto de la ciudadanía, es tomar el control de su destino y por primera vez ser críticos y exigir al gobierno. Con claridad y con firmeza. Y el reto tuyo, querido Lector, es el de tomar las riendas de la sociedad, y ponerlas en nuestras propias manos. El reto, hoy mas que nunca, es el de convertirse en los base de los países más desarrollados: un Critical Citizen (Un ciudadano crítico). Por lo tanto, infórmate, indígnate, actúa y exige. ¡Hagamos que suceda!
Twitter @Fermorales_cruz



[1] Fernando M. Cruz.- Abogado por la Universidad Anáhuac. Activista político y Presidente Estatal del Centro de Investigación Jurídica y Social “Integra Veracruz”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario