AIDÓS Q DÍKE *
Por: Ángeles Trigos
PARIENTES INCOMODOS, PROYECTOS INCOMODOS
Parientes Incomodos en todas las
familias existen, siempre podemos contar con una que otra “oveja negra” que le de sal a los cometarios de sobre mesa de la
familia. Pero cuando las consecuencias de los actos de los individuos rebasan
los intereses y las leyes de los colectivos es cuando la sentencia lapidaria
surge de todos.
El caso muy comentado del Duque de Palma
es ventilado no solo en los periódicos y noticiarios, también es material de
las revistas del “corazón”, pero el
fondo sustantivo del asunto es una lección directa a la democracia de un país. La
infanta Cristina de Borbón duquesa de Palma de Mallorca se casa con el jugador
de balonmano Iñaki Urdangarin, jugador profesional durante catorce temporadas de
balonmano y participante en tres ocasiones en los Juegos Olímpico; fuera de eso,
su otro aporte era el tener “buen porte y
ser de no malos bigotes”. Como todas las familias el suegro apoyo, claro
que en este caso, con dinero público para que se ocupara de una organización no
lucrativa para el fomento al deporte que le permitió desviar fuertes capitales
a “paraísos fiscales”, disfrutarlos y
vivir como “rico”.
Si la justicia española llega hasta las
últimas consecuencias y encarcelan al yerno del Rey es otra historia. Lo grave
es el tráfico de influencias, el desvío de fondos públicos sin el menor
problema, “son negocios” y el fomento
al deporte o las políticas públicas derivadas de estos recursos, esos quedan en
el olvido.
El Duque sin empacho reconoció que el
Instituto Nóos bajaba de la red proyectos y programas “…se dedicaban a obtener
de Internet informaciones del turismo y del deporte…”, que después de copiados
se vendían a la administración pública o al sector privado, fácil y como buen
pillo. Pese a todo, la princesa no se daba cuenta de nada; de donde salía el
dinero sin límite, ella como “princesa de
cuento” desconocía todo. Esta mujer del siglo XXI de país de primer mundo,
no tenia ni idea de cuanto ganaba su marido, que hacia, como se pagaban las
cuentas. En España ahí quedan aun manifestándose “los indignados”, los millones
de desempleados, los recortes en la sanidad pública; los desalojados por deudas hipotecarias
y muchos más españoles con problemas económicos.
El deporte, las olimpiadas y eventos de
este tipo son pretexto en muchas latitudes para hacer grandes negocios, como lo
atestiguan los quebrantos que tienen ahora los ciudadanos griegos. Años antes
de celebrarse las olimpiadas en Atenas del 2004, el gobierno solicito préstamos
internacionales con el fin de garantizar una fiesta acorde al boato que siempre
acompañan estas gestas. Con el pretexto muy socorrido de: “el turismo vendrá”; “se promocionará
el país”; la historia nos exige
cumplir con las Olimpiadas; la
infraestructura se quedará para las futuras generaciones y muchos más
argumentos. El caso es que Grecia pidió préstamos para hacer frente al evento
gastando cerca de 13 mil millones de euros. Se realizaron obras fuera de proyecto y con
fuertes desplazamiento del calendario programado; los incumplimientos era pan
de todos los días; el retraso e ineficacia fue el tema central del fracaso de
lo “programado”.
Actualmente
la mayoría de las edificaciones no tiene un fin útil y menos para una economía
donde la deuda publica puede considerarse como impagable. Cálculos estiman que
el 3% de la deuda griega se derivo de los juegos olímpicos; por 14 días de
diversión hasta “la cigarra”
entendería que “la hormiga” tiene
razón, no siempre son tiempos de juego y diversión.
Los griegos
viven bajo la recesión y difícilmente saldrán de ella, las ayudas que reciben
de la Unión Europea son bajo la sesión de la soberanía y con medidas y acciones
de garantía que están causando y continuarán causando problemas muy serios en
lo social.
El caso Nóos, la bancarrota de Grecia son
temas que no debemos dejar solo en el cotilleo, reflexionemos que los
quebrantos económicos de provincias o países como estos casos y en estos tiempo
de crisis financieras, no justifican el embargo del futuro, bajo ningún
extraordinario proyecto, “si en casa no
hay dinero, no hay”, así de simple.
No hay comentarios:
Publicar un comentario